Ese entrañable sabor de las antiguas tiendas de San Pedro del Pinatar, donde con frecuencia se convertían en centro de encuentro y tertulia, revive con esta imagen, cedida por el Museo Barón de Benifayó.
‘Tejidos Ferrer’, en la calle Emilio Castelar, frente a establecimientos Sánchez, fue una empresa familiar muy conocida en la zona por la calidad de sus productos. En esta foto, cedida al museo por los familiares de Nemesio Ferrer, se aprecia la pulcritud de los rollos de tela, colocados en oblicuo en las estanterías, al modo tradicional, y la respetuosa prestancia de los empleados, con pajarita y corbata, estilos que ya es difícil encontrar en los comercios.
Tiempos en que se valoraba la calidad de los paños, y se calculaba al centímetro la extensión del corte, ya que la situación económica obligaba a mirar el céntimo a las clientas. Los empleados, pulcros y dispuestos, sacaban su pequeña y brillante tijera para hacer un pequeño corte en el tejido tras medir escrupulosamente. Otro detalle inusual ya es la disposición de sillas junto al mostrador, lo que indica la pausada atención que se dispensaba antes a los clientes, aunque también acogían a los conocidos que se acercaban a charlar a media mañana. La vida del pueblo, en definitiva, se desarrollaba y se ‘despachaba’ en los comercios, una fuerza social que con la llegada de los centros comerciales se encuentra amenazada.