El derribo del edificio 'fantasma' de La Manga tendrá que pagarse con dinero público. El Ayuntamiento de San Javier deberá financiar los 700.000 euros del desmantelamiento del Lagomar, la torre de 12 pisos inacabada propiedad de Tomás Maestre. La mercantil Intramanga, que controla el abogado heredero de la influyente saga Maestre, ha dejado expirar el plazo para obtener la autorización para el derribo.
Hasta el 28 de diciembre tenía la mercantil plazo para presentar las subsanaciones al proyecto que le marcaron los servicios municipales. También hasta esa fecha tenía de margen para abonar las fianzas que le exigen el Ayuntamiento y la Demarcación de Costas. Ninguno de los requisitos cumplimentó, por lo que el Gobierno local ha decidido iniciar la ejecución subsidiaria del derribo, con lo que tendrá que sacar a licitación las obras y financiar los trabajos, para después cobrarle a Intramanga la factura total.
El concejal de Urbanismo, Antonio Martínez, calcula que eliminar el Lagomar costará unos 700.000 euros, bastante por encima de los 470.000 euros presupuestados al principio debido al encarecimiento de los materiales y los servicios. La empresa que se encargue de la demolición tendrá 6 meses de plazo para ejecutar los trabajos de corte y desmontaje de la torre de hormigón levantada en los años setenta, que nunca se terminó. Los trabajos tendrán que parar durante la Semana Santa y el verano.
En el trasfondo de este nuevo obstáculo en la retirada del edificio en ruinas se encuentra el enfrentamiento entre Tomás Maestre y el Ayuntamiento por dos deudas cruzadas. Por un lado, la Hacienda municipal le reclama a Intramanga 800.000 euros de los recibos de IBI impagados durante tantos años. Por otro, Maestre exige al Consistorio el pago de 400.000 euros en los alquileres del solar que ocupó durante 17 años en La Manga a modo de almacén municipal. El Ayuntamiento sin embargo ha recurrido a los tribunales para evitar el pago de los intereses que exige Maestre por importe de otros 300.000 euros.
El concejal de Urbanismo recuerda sin embargo que Maestre acumulará una deuda con el Ayuntamiento de al menos un millón y medio, ya que el coste del derribo se sumará a las contribuciones impagadas.