Antonio Zapata, cronista oficial de Los Alcázares. Que la historia de Los Alcázares vive un momento dulce se antoja difícil de negar. En los últimos años han confluido una serie de investigaciones y publicaciones que aportan luz al devenir de un territorio que parecía, para algunos, nacido en 1983; y, para otros, en 1915. Lo cierto es que este pequeño rincón a la orilla del Mar Menor tiene una potente historia que algunos intentan recuperar para que forme parte de su presente y de su futuro.
En un lugar destacado aparecen las catas arqueológicas en proceso de realización por el Ayuntamiento en el entorno del paseo marítimo (Paseo Carrión). El objetivo es ubicar con exactitud la Villa Romana Palacio del Rey Lobo. Desde que Ramón Berenguer excavara en la zona, por encargo del Marqués de Ordoño allá por 1856, no se había vuelto a buscar. Las únicas actuaciones posteriores supusieron la destrucción de los restos visibles. Por ejemplo, a la hora de levantar la Encarnación, a principios del siglo XX, probablemente desapareció parte sustancial del yacimiento en superficie. Cabe quizá preguntarse el motivo de la posterior inacción durante el resto del siglo.
Quienes sí dedicaron, y dedican, tiempo, esfuerzo y talento para ubicar la villa y encontrar sus restos son tres miembros e investigadores de la asociación Los Alcázares Eco Cultural (LAEC). Sus exhaustivas investigaciones han servido de punto de partida fundamental para ubicar con esperanzadora exactitud las primeras catas. Los resultados de la excavación, al mando del arqueológo José Iborra, al parecer, son prometedores.
Cata realizada entre el hotel La Encarnación y la calle Correos, en Los Alcázares, para determinar la ubicación del palacio del Rey Lobo.
LAS PAREDES DE LA TORRE DEL RAME
Otro valor patrimonial fundamental en alza en Los Alcázares es la Torre del Rame. La investigación de las paredes de este BIC, realizada por Gregorio Rabal y Gregorio Castejón, ha sacado a la luz más de 300 grafitos históricos de la Edad Moderna y Contemporánea, algunos de ellos realmente sorprendentes. Dicha investigación se plasmará en una publicación que mostrará las paredes de la Torre como lo que son: un magnífico libro de Historia del entorno durante siglos. La obra, promovida por LAEC, será publicada por la asociación con el apoyo del Ayuntamiento de Los Alcázares.
El género biográfico, tan rico y diverso, es el otro gran puntal de este momento dulce de la historia local. En este sentido destaca la vinculación de los biografiados con el aeródromo, causa principal de la vitalidad social de Los Alcázares desde 1915 hasta 1939:
En primer lugar destaca 'El Teniente Galindo. Biografía autorizada de un aviador de la República'. En esta obra los dos hijos del aviador, Jesús y Miguel, recuperan la azarosa vida de su padre (formación, derribo, exilio, etc.) de forma tan exhaustiva como rigurosa, como demuestra el prólogo de Carlos Lázaro. Se puede encontrar en las librerías del entorno y en las principales plataformas.
La segunda de las biografías que ha saltado a la palestra estos años es la de Gabriel Artero Pallarés, escrita por su hijo José Antonio y que lleva de título 'Los héroes de La Encarnación'. Gabriel fue edil del primer ayuntamiento de Los Alcázares durante la Guerra Civil. Su hijo ha recuperado su historia con especial atención a los años centrales de la Guerra y de la represión posterior. La edición de esta obra ha sido promovida por LAEC con el apoyo del Ayuntamiento de Los Alcázares. Se puede encontrar en librerías del entorno y en Internet.
La tercera de las biografías, que saltó a los medios de comunicación de todo el mundo, es la de José Mbomo, alias Pepito el Negro. Su rocambolesca historia, desde la Guinea española hasta la Francia en guerra, pasando por Los Alcázares, ya era parcialmente conocida. La aparición de su nombre en un listado del campo de concentración de Neuengamme dio lugar a una investigación que completó las lagunas existentes, realizada por Tereixa Fontenla, periodista de El País. Esta historia culminó en una emotiva visita de la familia en junio de 2021 al lugar donde vivió Mbomo durante más de 10 años: Los Alcázares y su base militar. La historia se puede descubrir en el artículo de 'El País'.
