Solo el informe de la autopsia podrá aclarar cuándo tiempo pasó desde que Marta D.R., de unos 30 años, y de su bebé de diez meses, perdieron la vida al inhalar el humo de un brasero de carbón en su domicilio de la urbanización Euro Roda, hasta que los encontró la Policía local, en la noche del pasado miércoles. Ni siquiera la abuela, que se recupera en Los Arcos, podrá señalar la hora de las muertes.
Es el efecto de la intoxicación por monóxido de carbono. En un ambiente cerrado y con poco oxígeno, produce un bloqueo del sistema nervioso central y dificulta la respiración hasta que el oxígeno empieza a faltar en el cerebro. Un letargo que se conoce como 'la muerte dulce'. Cuanto más pequeña sea la habitación y más personas se encuentren en ella consumiendo oxígeno, más rápido puede ser el fallecimiento. Los tres se encuentraban en un pequeño cuarto del chalé que ocupaba Marta con su pequeño tras separarse del padre de su hijo. La madre de ella acudía con frecuencia a verlos. Se habían metido en una pequeña habitación de la casa con el brasero de carbón y allí encontraron a Marta y al bebé, ya sin vida, y a la abuela sentada en una silla, inconsciente pero con respiración. Por su posición, parecía haber sostenido en brazos al bebé hasta que perdieron el conocimiento y el cuerpo del niño rodó al suelo.
Los agentes notaron nada más entrar el fuerte olor a combustión y ventilaron rápidamente la casa. Fue el padre del niño quien los llamó hacia las 10 de la noche, alertado por la empleadora de su ex suegra, que se había extrañado de que la mujer no se presentara a trabajar. El hombre, fuertemente afectado por el fallecimiento de su hijo y de su ex pareja, tuvo que ser atendido por los Servicios Sociales de San Javier, que le prestaron apoyo psicológico durante la madrugada.
Amor en el Arsenal
La preja se conoció en el Arsenal de Cartagena, donde ambos estaban destinados. Marineros de profesión, Marta estaba destinada a la flotilla del cazaminas Tajo y era una trabajadora querida por todos. El teniente de la flotilla llamó ayer al hospital Los Arcos para interesarse por lo ocurrido a la marinera de Hostelería y Servicios. Los vecinos solían ver a la pareja o a ella sola paseando el perro por la zona.
