Al colegio Joaquín Carrión de San Javier han acudido esta mañana el 25% de los alumnos de los 464 alumnos del centro más antiguo de San Javier, abierto en 1972. "Esperábamos al 50%, pero creemos que los padres tienen miedo, pero tienen derecho, y la Comunidad Autónoma debe informarles, y no amenazarles con las consecuencia del absentismo", explica el director del centro, Toni García Arias, elegido Mejor Maestro de España hace dos años.
La reducción de aforos aplicada por la Comunidad Autónoma obligaba a quedarse en casa hoy al 50% del alumnado, pero en realidad han acudido la mitad de los esperados. “Los padres tienen miedo. Es comprensible. Hay que escucharles”, afirma Tony García Arias, el director del centro más antiguo del municipio, abierto en 1972.
Yaiza, la joven madre de Aroa, no era capaz de separarse de la valla del colegio esta mañana a las 9 horas. Su pequeña Aroa se incorporaba al primer curso de Primaria con los nervios del primer día y la tensión generada por el nuevo orden escolar. "Ella me ha recordado que le tomara la temperatura antes de salir", explica Yaiza, quien es poco optimista con respecto al desarrollo del curso. "Creo que no tardarán mucho en cerrar los colegios, en cuanto empieza a haber contagios", afirma. Teme un rebrote en el colegio, ya que "tengo a mi padre enfermo y yo misma soy de riesgo por bronquitis crónica", cuenta junto a la puerta de acceso para los más pequeños del centro.
Yaiza, a la derecha, observa la entrada de su hija en su nueva clase.
En el aula de Primero, Juan explica a sus alumnos cómo se coloca correctamente la mascarilla. "No así, ni así, sino así", escenifica el gesto, ya cotidiano, emulando a las azafatas de vuelo. Después toca comprobar que todos llevan su mascarilla de repuesto y su botecito de gel hidroalcohólico. Con sus 8 alumnos salen después al patio para conocer el espacio que les ha tocado para sus juegos dentro del reparto del espacio exterior del recinto. Hoy lunes, maestros y alumnos no pueden evitar una expresión contenida ante la extraña sensación de no poder acercarse. "Antes recibías a los alumnos con abrazos y ahora tienes que recordarles que no se acerquen", comenta el director.
Han bombardeado en redes sociales y en la plataforma Tokapp, habilitada por la Comunidad Autónoma como canal informativo con los padres y alumnos, sobre las condiciones de la vuelta al cole, pero aún así algún padre se presentó esta mañana con su hijo de la mano y tuvo que darse la vuelta, porque no le tocaba hoy en el plan escalonado de incorporación al curso. "El 62% del alumnado es inmigrante y nos cuesta llegar a todos, pero cada tutor se ha ocupado de llamar a los padres", indica García Arias. A pesar del alto grado de alumnos extranjeros, una de las carencias es la de profesorado de educación compensatoria. "Debería haber uno o dos por centro", señala.
Como al resto de los directores de centros, teme que la solución del aula de conciliación, prevista por la Comunidad Autónoma, "rompa el esfuerzo de los grupos burbuja y la trazabilidad de los grupos que nos ha costado realizar". Lamenta que "los directores de los centros no hayamos tenido la ocasión de manifestar nuestro punto de vista, más que a través de una comisión regional",.
A las carencias de profesorado y las estrecheces de espacio de cada curso, este septiembre incierto se añaden nuevos problemas como los certificados de enfermedas de algunos alumnos. "La Comunidad nos ha proporcionado un listado de enfermedades que justifican una educación a distancia, pero los docentes no somos médicos; no sabemos si los certificados que traen algunos padres encajan en esas causas admitidas", explica García Arias.
El director, Toni García Arias, a la derecha, en la clase de Primaria de Juan, a primera hora de la clase de hoy.
¿Qué ocurrirá con los escolares que se queden en casa por enfermedad? "Estamos preparados, si se les permite a los docentes dedicar unas horas a esta tarea", señala el director. Para abordar las nuevas necesidades del curso solo cuentan con un profesor más, que se añade a los 40 maestros del centro. Esperan al menos otro más en las próximas semanas.
El Joaquín Carrión cuenta además con 90 alumnos con necesidades educativas especiales, de los que 42 padecen alguna discapacidad limitante o síndrome de autismo, para los que cuentan con una Auxiliar Técnico Educativo (ATE) de refuerzo, aunque "necesitaríamos a un enfermero", apunta el director. Sin embargo, en un centro donde no contaban con servicio de limpieza durante toda la mañana -solo por las tardes-, pedir personal sanitario es "como un sueño". Este año el Ayuntamiento de San Javier financia con 10.000 euros un servicio de limpieza para las mañanas en los colegios, que se añade al servicio ordinario de la Comunidad Autónoma. "Hasta ahora no había limpieza por las mañanas, con casi 500 niños compartiendo aseos", explica Toni García Arias.
En general, los ánimos de los profesores "están bajos porque el temor al contagio propio o de los alumnos es elevado, e incluye una responsabilidad moral y un dolor traumático", asegura el director. Cree que la medida más eficaz para reforzar la seguridad hubiera sido "hacer desdobles con 6 aulas". Sin embargo, lamenta que "en España el valor de la educación es mínimo. Importa poco a la sociedad, por lo que tampoco importa a los políticos", afirma el docente, quien cree además que "la Comunidad Autónoma de Murcia está en la segunda división de la educación con respecto a otras comunidades".
Texto y fotos: @AlexiaSala
Padres y alumnos en la puerta principal del colegio Joaquín Carrión, esta mañana antes de las 9 horas.
