La tubería de agua potable de La Manga es como un grifo abierto que pierde 400.000 euros al año. La pérdida económica ha subido un 117% desde 2014, según revela el estudio que ha realizado la Universidad Politécnica de Cartagena por encargo del Ayuntamiento de San Javier para analizar tanto las necesidades urgentes en infraestructuras como el modelo de gestión.
Una única tubería de fibrocemento cruza el norte del Mar Menor sumergida, con tramos de muy difícil acceso para cualquier tipo de reparación. Es la infraestructura más crítica del sistema de agua potable de San Javier. La falta de mantenimiento y de renovación de infraestructuras, por debajo del nivel mínimo recomendado, ha convertido el tubo de fibrocemento de 86 kilómetros que recorre la lengua de arena en un colador.
A las pérdidas de agua, que van al mar o al subsuelo, en función del tramo perforado por la erosión constante de este enclave costero, hay que añadir los 26.000 euros anuales que se pagan cada año al Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar por alojar la toma que abre el grifo a La Manga. Un sistema demasiado caro, derrochador e insostenible.
En 2018, el caudal pagado a la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, pero perdido por el camino se elevó a 614.751 metros cúbicos, y algo menos en 2019, con 562.339 metros cúbicos. "En una región donde pagamos más caro el agua precisamente por su escasez, el porcentaje de pérdidas debía ser lo más bajo posible", precisa el doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPCT Juan Tomás García Bermejo.
Junto con el profesor Manuel Alcaráz Aparicio, ha realizado el estudio que aconseja al Consistorio sustituir la dualidad actual del servicio, que gestiona La Manga de forma directa, frente a la concesión vigente a la empresa Hidrogea para el resto de San Javier, por un modelo de gestión indirecta que unifique el servicio en los dos territorios.
UNA SITUACIÓN ÚNICA
"Es una situación única", destacan ambos expertos sobre la doble gestión del agua en el municipio. Debido a esa anomalía, los vecinos de La Manga pagan el agua un 50% más barata que los de San Javier, no solo debido a los costes de la gestión privada, sino a que la compañía adjudicataria pagó un canon de 2,7 millones de euros, más un canon complementario anual en el caso de que el número de abonados aumentara un 25%, cosa que ocurrió aunque el Ayuntamiento tardó años en reclamar a la compañía y finalmente perdió en los tribunales.
El informe de la UPCT recomienda fijar una tarifa que permita un equilibrio económico pero que penalice al usuario más derrochador, ya que en la actualidad prima los grandes consumos. Insta además a establecer un canon que se destine mayoritariamente a la renovación de infraestructuras, para las que debe incorporar tecnología de seguimiento y sistemas de transparencia como la 'telectura' para la gestión familiar del consumo.
DATOS DE INTERÉS RECOGIDOS EN EL ESTUDIO:
- el 51,2% de los municipios de la Región (36) gestiona el servicio de agua potable a través de la concesión a una empresa privada. UN total de 6 municipio tienen una empresa mixta, y solo tres lo gestionan de manera directa. Hidrogea es la empresa con mayor cobertura territorial en la Región en materia de distribución de agua potable, seguida a poca distancia por Aqualia.
- No solo la red de La Manga pierde caudal. También la de la zona continental de San Javier: concretamente 361.882,40 metros cúbicos al año.
- El Ayuntamiento de San Javier ha invertido en torno a 10 millones de euros en los últimos 10 años para asegurar las redes de saneamiento en La Manga para acabar con los desbordamientos de las estaciones de bombeo de aguas residuales, que provocaban un grave perjuicio cada verano con el aumento de población.
- En La Manga no ha morosidad en el pago del agua. ¿Por qué? Porque la distribución de agua potable funciona a través de redes privadas interiores, de modo que aunque hay 19.600 abonados en La Manga, solo hay 1.000 acometidas, de las que salen múltiples contadores interiores y privados. El estudio desaconseja este sistema, pues deja en manos de los administradores de fincas la función de hacer un reparto equitativo del consumo.
- En noviembre de este año, el Ayuntamiento deberá decidir entre renovar de forma tácita el servicio tal como está con la empresa Hidrogea, como sucede cada dos años, o suspender la contrata y convocar un nuevo concurso público, en el que se incluya la gestión de La Manga.
