Los 108 mayores que viven en la residencia de San Pedro del Pinatar, gestionada por Mensajeros de la Paz, estrenarán edificio a finales de 2026, si se cumplen los plazos fijados de 25 meses para finalizar el proyecto.
Las obras comenzarán en el segundo semestre de este año, durante las cuales los residentes podrán permanecer en el actual edificio. Este centro, inaugurado en 2003 y gestionado por el Instituto Murciano de Acción Social, contará en el futuro con "espacios más amplios y adaptados a las necesidades de los usuarios", afirmó el presidente. "Mejorará la calidad de vida de los mayores", precisó López Miras, quien aseguró que "invertiremos lo que sea necesario y emplearemos los recursos que hagan falta".
El presidente preguntó a los residentes sobre su vida en el centro y visitó la sala de rehabilitación. En el salón principal se reencontró con Josefa Martínez, la anciana que se convirtió en la primera persona mayor en recibir la vacuna de covid al inicio de la pandemia.
Este proyecto se enmarca en la puesta en marcha "de un nuevo modelo residencial de cuidados de larga duración, centrado en priorizar el bienestar y la calidad de vida de nuestros mayores". Dentro de ese plan de modernización se incluye también la rehabilitación de la residencia Domingo Sastre de Lorca o la ampliación del Centro de Mayores y de Día de Molina de Segura, de entre los 54 centros de mayores que funcionan en la Región.
El presidente, Fernando López Miras, se interesa por la colección de coches de un residente.
El recinto de San Pedro del Pinatar, que en los años sesenta fue una residencia de vacaciones en los albores del turismo, ya cuenta con una amplia pinada y un palmeral, que se mantendrá en el futuro diseño, ya que en la parcela de 20.000 metros cuadrados se dedicarán 6.688 metros cuadrados al edificio y el resto a espacios exteriores y zonas ajardinadas.
En cuanto a las dependencias, la residencia contará con sótano, planta baja y planta primera donde se distribuirán los servicios de salón comedor, cocina, sala de rehabilitación, sala de terapia y actividades, enfermería y farmacia, peluquería, lavandería y el conjunto de habitaciones, con espacios individualizados. El nuevo centro está financiado con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Para asegurar que se mantiene el servicio actual durante las obras, la Comunidad realizará un proyecto de reubicación de las instalaciones que estén situadas en zonas afectadas por la construcción de la nueva residencia. Así, se garantizará que el actual edificio siga prestando los mismos servicios durante la ejecución de los trabajos, como también durante la fase de puesta en marcha de la nueva infraestructura.