Alexia Salas. Su voz es noche, con todo lo que sucede cuando sobreviene la oscuridad. Lady Blackbird es dueña de los susurros y el grito más desolado, pero domina los silencios, esos tiempos que transcurren entre el relámpago y el trueno de su voz grave. La cantante estadounidense, llamada Marley Munroe, se coronó como nueva diva del jazz soul en el festival Cartagena Jazz en la noche del viernes.
La esperas mágica, poderosa, conmovedora, porque la has escuchado antes e imaginas su garra escénica. Sin embargo, cuando aparece en el escenario te priva del resto del mundo, te sumerge en su silueta de fauno del futuro, de faraona del espacio, su vaivén de curvas y soul nocturno.
Era el primer concierto de la nueva diva del jazz en España, así que la expectación estaba más que justificada. Apareció en una atmósfera casi irreal de humo y haces de luz, que jugaban con su corona de bronce a modo de reina heredera de la tradición dorada del jazz, de todas las que la han precedido, porque tiene sangre de todas ellas. De Nina Simone, de Billy Holliday, de Etta James, pero de Nina sobre todo. Cuando canta 'Blackbird' -"No hay lugar suficiente para soportar las lágrimas que vas a verter"-, uno de los himnos de la lucha antirracista que cantó la recordada vocalista, no puedes evitar el escalofrío.
Su entrada ya prometía una experiencia sensorial a lo grande. El sugerente 'Black Acid Soul', de predominio instrumental, con un inspirado Kenneth Crouch al teclado, abre el santuario de la personal visión del jazz de la banda, sustentada en elegantes discursos que envuelven en terciopelo la voz ya sensual de la diva. El espectáculo no se apoya en el efectismo visual. Los músicos tejen una soberbia atmósfera de ritmos pausados e improvisaciones luminosas, con ritmo burbujeante cuando llega el momento, como en 'Feel it comin', cuando uno siente no poder abandonar la quietud del asiento del Nuevo Teatro Circo.
Su disco debut es ya una madrugada de club humeante del que no quieres salir. Tiene pista de baile, con temas como 'Baby i just don´t' y temas con gancho y memoria, como 'I am what i am', uno de los himnos LGTBI, que interpretó Gloria Gaynor. Cartagena Jazz se apuntó un punto de oro con el estreno.
Lady Blackbird, con su corona de bronce, en el Nuevo Teatro Circo de Cartagena. FOTOS: Cartagena Jazz.
