No querían actos solemnes en memoria de Antonio Martínez Cánovas, el profesor de guitarra del Conservatorio de San Javier fallecido en 2014. Prefieren organizar un concierto 'con Antonio'. El profesor de flauta Mariano Bas, que fue su compañero, y el guitarrista Guillermo Grau ofrecen en la iglesia de La Ribera, el sábado, 25 de noviembre, a las 20 horas, un recital que va del Barroco al Romanticismo.
Para cerrar el II Ciclo Internacional de Música de Cámara, este concierto de flauta y guitarra quiere recordar al guitarrista cartagenero, cuyo virtuosismo y elegancia ha dejado el listón alto en la Región, aunque él nunca buscó proyección ni visibilidad más allá de la docencia. La música fue la columna vertebral de Antonio Martínez, cuyos compañeros le recuerdan improvisando en cualquier lugar una melodía que hacía el silencio allá donde estaba.
Fue de los primeros profesores del Conservatorio de San Javier, cuando abrió sus puertas en 2001. Allí impartió su conocimiento y su pasión por la música hasta 2014, cuando falleció tras una enfermedad inesperada que lo mantuvo en aislamiento durante los últimos meses de su vida.
Compuso música para teatro, investigó en el folclore del Campo de Cartagena y dejó su maravilloso trémolo en infinidad de directos. En una noche de música, Tomatito no pudo evitar decirle que ya quisiera él tocar como este maestro de Vistalegre, donde formó un grupo roquero de juventud.
En el concierto se recogerán donativos para la Asociación Española de Sarcoidosis, una enfermedad rara e infradiagnosticada para la que se necesita investigación. La presencia de una alumna del Conservatorio afectada por esta dolencia ha motivado la función benéfica del concierto.
En una primera parte, el dúo interpretará una de las 48 sonatas de Loeillet de Gante, que sumerge en la corte francesa del siglo XVIII.
Del compositor alemán Christian Gottlieb Sheidler, continuarán con la sonata en Re Mayor. En un pequeño salto llegarán hasta el Romanticismo de Paganini, de quien dijeron que su virtuosismo se debía a un pacto con el diablo. Prestad atención a la segunda parte del Allegro Spirituoso.
En la segunda parte, de Carulli, considerado uno de los mejores profesores de guitarra de la historia, se escuchará la bellísima Fantasía que hizo sobre un tema de la ópera El pirata de Bellini. El italiano triunfó en París, donde la guitarra atrajo un creciente interés en el siglo XVIII.
Con el romántico Mauro Giuliani, otro italiano virtuoso de la guitarra, a quien María Luisa de Austria, segunda esposa de Napoleón, nombró Virtuoso Honorario de Cámara, viajarán a la corte de Viena como despedida digna de un emperador.
