Las fiestas navideñas suelen reencontrarnos con los amigos y la familia. Vivir las celebraciones navideñas en el entorno del Mar Menor adquiere otro tono, ya que se presentan posibilidades como seguir la ruta de los Belenes, vivir los innumerables actos festivos que se suceden estos días, o bien desconectar y disfrutar de esa confortable soledad que rodea la mayoría de las orillas de la laguna y, por supuesto, probar todos los sabores marineros que encierra la Navidad costera para brindar con los amigos.
1. RUTA DE LOS BELENES. De norte a sur se puede seguir una nutrida ruta de montajes navideños, cámara en mano porque cada belén tiene su personalidad propia, sus escenas originales y sus toques distintivos. En Pilar de la Horadada (Alicante), conviene fijarse en la reproducción de la Torre de la Horadada y de la iglesia parroquial a escala. En el de la plaza de San Pedro del Pinatar destacan las figuras en movimiento, el humo de las casas y las escenas del desierto. En San Javier, tenemos varias paradas obligadas, ya que al Belén de España, uno de los más extensos de Europa, se une el de Santiago de la Ribera, y la exposición de la parroquia de San Francisco Javier con piezas de los artistas murcianos más destacados, como Juan José Quirós. Seguimos por el paseo de la Feria de Los Alcázares, donde se puede contribuir con donaciones para las familias más necesitadas. En Torre Pacheco, un gran montaje en la plaza del Ayuntamiento permite reconstruir la historia bíblica mientras caminamos por todo su contorno.
2. BRINDAR POR LOS BUENOS DESEOS. Chocar las copas con los amigos es uno de los alicientes de la Navidad. En el restaurante Bellavista se puede disfrutar de tres alicientes en uno: las vistas en primera línea del Mar Menor, una barra con una nueva carta de tapas y menús para grupos. En la barra, aconsejable la brocheta de choco con langostino a la plancha, la piruleta de solomillo de cerdo con salsa de mostaza y miel, y la vieira gratinada, para compartir uno de esos momentos especiales de risas, bocados exquisitos y un buen vino. Para celebrar una comida navideña, encontramos tres menús, de 25, 33 y 50 euros, con mariscos y platos principales a elegir entre carne o pescado. Se puede hacer reserva on line o llamar al 968 57 31 54.
3. VACACIONES DETOX EN EL MAR MENOR. Aprovechar esos días de descanso que otorgan las vacaciones escolares y laborales para sacudirse el estrés y desintoxicar cuerpo y mente no puede encontrar mejor entorno que el Mar Menor. En el centro de talasoterapia de San Pedro del Pinatar encontramos una piscina de agua salada de mar a temperatura media, con chorros cervicales, lumbares y pasillos de burbujas para relajarse por completo. Aconsejable completar el plan con un paseo entre las charcas salineras para divisar los flamencos que pasan el invierno en el parque regional de San Pedro del Pinatar.
4. DESCUBRIR PAISAJES CON LAS BOTAS PUESTAS. La Navidad es tiempo de vacaciones escolares y, por tanto, de pensar cómo hacer felices a los niños las 24 horas del día. Nada mejor que las mañanas soleadas del Mar Menor para descubrir nuevos paisajes en el entorno de la laguna. Una excursión al paraje natural de La Hita, justo entre el aeropuerto de San Javier y Los Narejos; un paseo por El Carmolí o por el paseo de Los Alcázares para descubrir una de las fachadas marítimas con más historia.
5. LA NAVIDAD SABE A DULCE. Como en cada época del año, la Navidad tiene sus sabores, irrenunciables y familiares. Frutas confitadas como las que encontramos en la confitería Montesinos de La Ribera, los mazapanes y mantecados caseros de la confitería La Cierva, y los turrones y polvorones típicos de Jijona que vende La Jijonenca. Todos en La Ribera.
