Esmaltes, bisutería, barro, papel, velas, inciensos, camisetas, pero también quesos artesanos o dulces son algunos de los alicientes de los mercadillos nocturnos que funcionan en verano alrededor del Mar Menor para que el paseo nocturno se convierta en un escaparate.
En Santiago de la Ribera, los puestos abren a las 19 horas en el paseo Colón y permanecerán entre el Club Náutico y el viejo edificio de Los Arcos hasta el 15 de agosto.
En San Pedro del Pinatar, las casetas se encuentran instaladas a lo largo del paseo, junto a la parada de taxis y la feria. Como novedad, se ha despejado la pérgola del aparcamiento para facilitar el estacionamiento de los vehículos y el tránsito de peatones en la zona. Así, el parque alberga este año más de una veintena de puestos de venta.
Las casetas dedican su actividad a la venta de ropa, complementos, regalos, piedras de plata, bisutería, incienso, decoración, abanicos artesanales, artículos metálicos grabados, accesorios para mascotas y fundas de móvil, entre otros. También se pueden adquirir diversas prendas de la India, tejidos de cuero, marquetería, cerámica, tartas de pañales, fofuchas, camisetas serigrafiadas, cosméticos, bolsitas perfumadas para el coche, cuadros, tatuajes de henna y trenzas. El mercadillo permanecerá abierto todos los días hasta el próximo 15 de septiembre, desde las 20,30 hasta la 1,30 horas de la madrugada.
En Mil Palmeras es famoso el mercadillo nocturno, frecuentado por los turistas extranjeros que se alojan por los alrededores. Bisutería y ropa informal de ocasión suele llenar los puestos más buscados.
En La Manga y Cabo de Palos suele instalarse también un mercado de artesanía.
