Se reabre al baño la playa de Mil Palmeras tras una picadura de carabela portuguesa

Pilar de la Horadada
Fuente

La playa de Mil Palmeras cuenta hoy con dos banderas ondeando: una roja que indica la prohibición de baño y otra blanca con dos medusas que explica, sin palabras, la razón por la que el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada ha cerrado al baño la popular playa. La picadura que un bañista sufrió ayer de una carabela portuguesa obligó a cerrar la playa desde la primera hora de hoy, miércoles. Ya se ha reabierto al baño

 

El bañista que sifrió ayer por la tarde la picadura de la medusa venenosa fue trasladado a un centro sanitario y se encuentra fuera de peligro, según informa el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada. El suceso se hizo viral enseguida por las redes sociales y la alarma entre los vecinos y turistas no tardó en obtener respuesta, ya que el Ayuntamiento decidió cerrar la playa al baño durante la jornada de hoy. "A primera hora el servicio de Socorrismo examinará las aguas y corrientes y los técnicos decidirán la apertura de la playa.

En la costa murciana no se ha producido ninguna picadura de esta temida medusa, aunque sí se han avistado algunos ejemplares e incluso algunas han aparecido en la playa de La Llana de San Pedro del Pinatar. El cierre de la cercana playa de Mil Palmeras no ha provocado medidas extraordinarias en la costa pinatarense, ya que en los últimos días no han avistado por las cercanías ningún ejemplar, según informan desde Protección Civil.

La de Mil Palmeras es sin embargo el segundo caso de picadura de carabela que se prouce esta temporada en la costa alicantina, después del niño de 11 años en la playa de La Marina, cerca de Guardamar del Segura. Las mareas han llevado, como cada primavera, estas medudas por la costa mediterránea en dirección de norte a sur. Se avistaron en el litoral de Altea, Benidorm, Alicante, Elche y finalmente fueron bajando hacia la costa de Pilar de la Horadada.

No suelen sin embargo flotar cerca de la costa este tipo de organismos marinos, aunque se mueven a merced del viento. Su color azulado les sirve para mimetizarse con el mar, por lo que pasan desapercibidas, no así su picadura. No tiene ojos, pero sus tentáculos pueden medir dos metros y en ocasiones llegan a los cinco metros. Cuando tienen cerca a su víctima, disparan sus células urticantes con veneno, capaz de paralizar a los peces que consume. 

Con las personas, su reacción es similar. Su descarga provoca un intenso dolor similar a una quemadura de primer o segundo grado. Conviene salir cuanto antes del agua, coger la carabela por la parte de arriba, que no pica, y quitarla de la piel. Luego despegar con guantes y pinzas los restos de tentáculos adheridos, pero no tocarlos directamente.

No conviene rascarse ni usar toallas ni arena. Tampoco utilizar agua dulce, ya que los cambios en la presión osmótica del agua puede provocar que libere más veneno. El mayor riesgo es una posible alergia a la toxina que, como cualquier alergia severa, pueda provocar un shock anafiláctico que lleve a un fallo respiratorio.

28,10,0,50,1
600,600,60,0,3000,5000,25,800
90,150,1,50,12,30,50,1,70,12,1,50,1,0,1,2000
Powered By Creative Image Slider
leer más
leer más
leer más
leer más
leer más