Por ALEXIA SALAS. El actor cartagenero Pedro Segura se viste la gabardina de un inspector de Scotland Yard para destripar los secretos de la comedia negra con '75 puñaladas', en la noche del viernes, 13 de febrero, a las 21 horas en el Centro de Artes Escénicas de Torre Pacheco.
"Es un 'Ágatha Christie' aderezado con humor desde el primer al último minuto", describe el actor, que solo cuenta con el mayordomo de la víctima, encarnado por el murciano Carlos Roi, para resolver el supuesto crimen. Segura garantiza al público una noche de "hilaridad y humor inteligente alrededor de la trama que trata de desvelar quién es el asesino o si ha habido asesino. Es un humor muy argentino, muy Ionesco, muy Jardiel".
Escrita por el argentino Martín Giner, la obra cosechó un amplio éxito en escenarios de Iberoamérica parodiando el estilo de textos como 'La huella' de Anthony Shaffer. La compañía murciana Alquibla, de la que formó parte Segura, la descubrió en un viaje a Buenos Aires, y decidieron recrear esta historia del teatro del absurdo en la Región poco después. El actor cartagenero, el primero en representarla en España, la ha recuperado años después para emprender una larga gira que acaba de comenzar y llegará en octubre al Teatro Romea y al Teatro Circo de Cartagena. Segura, con larga tradición de teatro sobre todo con Alquibla, pero también papeles en series televisivas de amplia audiencia como 'Isabel', 'Compañeros', 'Policías' o 'Calle nueva' entre otras, asegura que "'75 puñaladas' me ha devuelto la vida".
¿Qué es lo que realmente le despierta el instinto criminal?
La política. Cuando tenía 18 años, el actual director del teatro Romea, Lorenzo Píriz Carbonell, me preguntó por mis ideas políticas y le dije que no tenía, pero a partir de entonces me empecé a dar cuenta de la situación. Ahora que hablamos de las '75 puñaladas', si hay que 'apuñalar' a alguien sería a algún político que nos ha llevado a esto, a tener que vivir situaciones límite, a buscarnos la vida.
¿Qué estrategia ha utilizado para sortear la crisis?
He tenido que volver a los inicios, a actuar en bares después de haber hecho protagonistas en Almagro y Mérida, pero me he curado, porque me ha hecho volver. Ahora todo tiene un valor que se triplica. Las lágrimas se han convertido en otra cosa. Actuar me cura las depresiones y hasta los resfriados.
¿Ahora en la distancia ve a aquel Tartufo que interpretó como premonitorio de la crisis económica?
Sí, totalmente. Con su nariz grande. Aquello fue en parte mérito de Antonio Saura, que me dijo que pensara en un animal para interpretarlo, y así me sentí, como una alimaña. Luego hemos visto cómo el mundo está lleno de Tartufos. Ha sido uno de los personajes que más me ha costado hacer, junto con el Valmont de 'Las amistades peligrosas'.
¿Qué no ha perdido ni con la crisis ni con los años?
Hubo un momento en que perdí la ilusión y la esperanza, pero ahora me he dado cuenta de en realidad están dentro de tu corazón y tus entrañas. Me doy cuenta de que no he perdido la ilusión, que he nacido para vivir en el escenario, que no sé hacer otra cosa. Me he reciclado dentro de mi propia profesión, con los monólogos, los recitales de poesía.
¿Qué poetas incluye en sus recitales?
Machado, Lorca, León Felipe, Rafael de León, Manuel Machado. Tengo más de dos horas de poesía en la cabeza.
¿Y si tuviera que elegir unos pocos versos, con cuáles se quedaría?
'La sangre derramada', de Lorca, me pone.
Antonio Banderas dijo, al recoger su Goya de honor, que lo mejor de él estaba por ver. ¿Le pasa lo mismo a Pedro Segura?
Sí, lo mejor de mí está por llegar. Cuando haces un espectáculo, te das cuenta de que ya estás pensando en el siguiente. Nunca se sabe lo que hubiera dado Lorca de sí, pero el propio artista sí lo piensa. Bueno, Banderas es un artista muy completo, que actúa, canta, baila.
Tal vez veamos a Pedro Segura cantar y bailar en el futuro
Soy un actor que canta. Y habrá un proyecto en el que cante. Haciendo Cyrano canté. Y canto en mi vida, en solitario y también amenazo a los amigos.
